Kaká vale millones y millones de euros. Preguntale a Florentino Pérez cuánto le costó al Real Madrid. El 10 de Brasil, cuándo no, terminó como Man of the Match, como hombre del partido después del sufrido 4-3 de su selección frente a Egipto en el debut del Scratch en la sudafricana Copa de las Confederaciones. Bah, el premundial. Que sea figura, entonces, no es novedad. Que meta goles decisivos, tampoco. El primero, por caso, a los cuatro minutos, con sombreritos para Hani Said y Wael Gomaa. El segundo y triunfal, en el primer minuto de descuento, con una notable definición sobre el palo izquierdo del pobre El Hadary, quien ya celebraba el punto en la apertura del grupo B. Sin embargo, todo este cuentito sucedió gracias a una estrella tecnológico más que marketinera. El famoso aparatito que exhiben los jueces detrás de la oreja, el intercomunicador que alguna vez hizo más grande a Horacio Elizondo en la final del último Mundial (claro, gracias al español Medina Cantalejo) fue héroe en el triunfo de la Verdeamarelha...

Lucio cabeceó el enésimo centro bien puesto de Brasil al área africana. Sobre la raya, el recién ingresado Ahmed Al Muhamadi sacó alevosamente la bocha que entraba con su mano y quedó tendido sobre el pasto del Free State Stadium de Bloemfontein. Córner anunció Howard Webb, el inglés que ayer cumplió 38 años y arbitraba el empate parcial. Hijo de jueces, dirigió el Mundial Sub 20 que vio en 2007 campeón a la Argentina y, últimamente, en el clásico de Manchester expulsó a Cristiano Ronaldo... Bueno, el palmarés casi se le prende fuego por omitir semejante penal. Lo salvó, seguramente, el cuarto árbitro, el australiano Matthew Breeze, gigante de 192 centímetros de alto quien llegó a dirigir la liga local con 21 años... De lo contrario, pintaba el escándalo en un partido que los sudamericanos tuvieron en el buche y casi se les va.

Después de la perlita de Kaká, un tal Zidan, no Zinedine, pero sí Mohamed Zidan, delantero del Borussia Dortmund alemán, empató pronto tras centro de Aboytrika y anticipo a Daniel Alves, el compañero de Messi en el Barsa. A los 10' nomás, Luis Fabiano de cabeza (luego de un tiro libre de Elano) ponía el 2-1 y 26 minutos después, Juan le ponía la testa a un córner también de Elano. En el entretiempo, parece que los brasucas se durmieron. A los 8' del complemento, gran jugada colectiva de los africanos, centro atrás, fierrazo de Shawky. Un minuto después, Zidan empató en un mano a mano luego de un pase magistral de Aboutrika. Era 3-3. Palo y palo. Pero llegó la manito de Al Muhamadi y el oído biónico jugó para Brasil. ¿Dará para festejar?

Siempre que Brasil ganó su primer partido en una Copa de las Confederaciones, pasó de ronda. Es más, en 1997 y 2005 fue campeón. ¿Habrá sido negocio? La maldición indica que toda aquella selección que levanta el trofeo el año previo al Mundial se termina quedando sin nada. ¿Habrá sido negocio contar con la ayuda del intercomunicador? Mejor contar con Kaká...